Comenzamos nuestro penúltimo día
con un estupendo despertar, amenizado por bailes y música del momento a manos
de nuestros monitores, cargados de muchas ganas y en algunos casos poca
técnica (ejem...¿por quién lo diremos?....jejeje)
Continuamos la mañana con un rico
y variado desayuno con cruasanes, para cargar bien las pilas para las
actividades programadas.
Por un lado, tuvimos las clases
de robótica en las cuales cerraron el proyecto de robots. El resultado obtenido
por algunos fue más exitoso de lo esperado.
Por otro lado, complacimos las
peticiones de deporte libre que tan reiteradamente habían sido sugeridas por
los chavales (Fútbol, Basket, Freesbes). Aunque como de costumbre algunos de
ellos quedaron un poco abandonados, puesto que la mayoría prefirió jugar al
fútbol.
Para finalizar la mañana nos
fuimos a dar un chapuzón más que merecido, dónde más de uno puso en práctica
las técnicas aprendidas en la actividad de primeros auxilios.
En nuestra siesta activa tocó
finalizar los talleres comenzados, además de incluir talleres de pulseras,
piojos y llaveros de cuerda.
Durante la actividad de la tarde
jugamos a Piratas y Mercaderes, donde más de un niño agudizó su ingenio y logró
acumular una importante cantidad de dinero en el banco mercader, escondiendo los albergue-billetes en los sitios más inverosímiles.
En la sesión de tarde de robótica
el monitor hizo entrega de los diplomas acreditativos de esta disciplina, dando
libertad a los niños de continuar con actividades más complejas.
Y entonces llegó el desastre, la hecatombe…
¡LAS MALETAS! ¿¿Fueron capaces?? La respuesta la veremos al día siguiente…
De la locura pasamos al mar de
lágrimas en nuestra fiesta-karaoke, dónde nuestros chicos y monitores lo dieron
todo.
Y si nos vamos los padres a sufrir con el agua y los juegos y ellos se vienen a nuestros trabajos???
ResponderEliminarJJ
Es una opción, sabéis que tanto mayores y pequeños, sois bienvenidos!!
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